A las 8:00h es posible que se note ya el calorcillo y a las 9:00h será buena hora para café y porras. Se esperan brisas y risas a eso de las 10:00h y la partida de un tren a las 11:00h entre lágrimas y un ascenso de las temperaturas que dará algo de tregua a los corazones solitarios.
A las 12:00h la niebla no nos dejará ver "tres en un burro", y antes de las 13:00h unos alisios racheados nos invitarán a coger el bus antes que el metro para aprovechar el celeste domingo.
A las 14:00h nos debería pillar ya comiendo, por lo que no importa el tiempo que haga. Y a la hora del café, como ya es moda, las nubes colapsarán las cafeterías.
A las 16:30h una fina lluvia atlántica, fresca y salada, amenizará Atocha, y más de un corazón se acordará de latir. La sal impregnará los tejados, las medias amarillas con lunares negros y los libros comprados en domingo.
Las sonrisas aparecerán como muy tarde media hora después, alternando con temblores y dudas de si aquel fue el último abrazo.
A las 18:00h este redactor seguirá mordiéndose las uñas por una llamada que no llega (ojalá hayamos equivocado la predicción ;-) ). Puede que ande por Sevilla y ya camino de Alcalá de Guadaira, elucubrando con la evolución del cielo en Madrid y el delicado vaivén de tus cabellos negros.
El Sol brillará para las 19:00h todavía, aunque caigan copos, que recuerden como guiños, cada vez que te arranqué una sonrisa en el mercado de San Francisco.
A las 20:00h el viento traerá escalofríos y olor a cena que se empieza a preparar. A las 21:00h nos alcanzará una borrasca de cena no compartida, con olas tan grandes como besos no dados.
A las 22:00h el anticiclón de Las Azores estará en el Telediario, ojalá también aparezca entre los/as soñadores/as que están perdiendo el miedo a que les parta un rayo.
A las 23:00h, ¿quién sabe? ¿Alguien se atreve a compartir una intuición meteorológica?
A las 23:59h el hueco de la nube de Atocha aparecerá pleno y hermoso de sueños que regresaron para quedarse y ser, justo una semana después.
Se espera, más bien se desea, una noche plácida de abril, y que el lunes, al alba, un camino plateado y mano a mano transitado conduzca hacia el soleado país en que los sueños se hacen realidad.
* * *
A las 16:30h una fina lluvia atlántica, fresca y salada, amenizará Atocha, y más de un corazón se acordará de latir. La sal impregnará los tejados, las medias amarillas con lunares negros y los libros comprados en domingo.
Las sonrisas aparecerán como muy tarde media hora después, alternando con temblores y dudas de si aquel fue el último abrazo.
A las 18:00h este redactor seguirá mordiéndose las uñas por una llamada que no llega (ojalá hayamos equivocado la predicción ;-) ). Puede que ande por Sevilla y ya camino de Alcalá de Guadaira, elucubrando con la evolución del cielo en Madrid y el delicado vaivén de tus cabellos negros.
El Sol brillará para las 19:00h todavía, aunque caigan copos, que recuerden como guiños, cada vez que te arranqué una sonrisa en el mercado de San Francisco.
A las 20:00h el viento traerá escalofríos y olor a cena que se empieza a preparar. A las 21:00h nos alcanzará una borrasca de cena no compartida, con olas tan grandes como besos no dados.
A las 22:00h el anticiclón de Las Azores estará en el Telediario, ojalá también aparezca entre los/as soñadores/as que están perdiendo el miedo a que les parta un rayo.
A las 23:00h, ¿quién sabe? ¿Alguien se atreve a compartir una intuición meteorológica?
A las 23:59h el hueco de la nube de Atocha aparecerá pleno y hermoso de sueños que regresaron para quedarse y ser, justo una semana después.
Se espera, más bien se desea, una noche plácida de abril, y que el lunes, al alba, un camino plateado y mano a mano transitado conduzca hacia el soleado país en que los sueños se hacen realidad.
Nicolás Angulo, El de la churrera (Atocha) |
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Jose
el fontanero soñaba ser caracol
Alcalá de Guadaira
2 de abril, 2014
Microcuentos de la nube
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