Un lavabo, un espejo, una bombilla,
una sábana quemada de cigarro,
una mesa, un armario, un par de sillas,
una cama que heredé de Naranjito,
una puerta, una ventana, al pasillo,
calentado con estufita de gas,
suelo rojo, techo falso, paredes blancas
sin líneas rectas, con sus grietas y humedad
un enchufe, una mesilla, vaso limpio,
otra manta pa cuando sienta el frío llegar,
soledad, silencio quedo, ni un quebranto,
ni de gentes, ni de vigas de madera.
Tres siglos atrás, "el buscón" buscó su sitio
en La Cueva, habitación número tres.
Jose Gracia y Calvo
Valladolid, 11/III/MMV
Hostería La Cueva, a espaldas de la Plaza Mayor.
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