Levante costanero que holandado tejes
mi larga y tierna noche de desvelos,
te vales de la ausencia de mi vientre
donde recalo y revivo como Anteo,
para tratar de elidir violentamente
el sueño de mi alma y de mi cuerpo.
Levante prisionero de los cielos,
malvezado grumete que de Oriente
entre prisas y voces vienes huyendo,
no disturbies a Tarik su planta vieja,
y de Musa, permite el yacimiento.
Mama-Cocha provéeme de abrigo.
Mama-Cocha muéstrame tu vientre.
Leila mi refugio sorprendente,
donde fondear mi nave, calar anclas.
Pax es para mí tu esencia de ser viviente.
Mi Raquel, mi
Mama-Cocha de mis
noches de insomnio.
Mi tierra.
Jose Gracia y Calvo
El Puerto de Santa María (Cádiz)
28/V/MMIII
Este poema se creó en una noche de insomnio. Cogí el diccionario y busqué palabras al azar. La primera fue "holandado" (otras que recuerde, no las apunté: costanero, Anteo, elidir, Mama-Cocha...). A partir de cada palabra fuí construyendo un verso. Así fué naciendo, palabra a palabra, verso a verso, esta obra a la que tengo especial cariño, tanto por lo que dice, cómo por cómo fuí construyendo cómo lo dice.
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