Sal de la vida,
de mi vida sal:
mal despierta o dormida mi alma ha de estar
para que yo te invite mi vida a dejar.
Sal de mi vida:
de la vida sal,
de aquellos que huyen de su despertar
y gozan del sueño por todo su andar.
Sal de la vida
no diré jamás:
sal de mi vida o de mi vida sal.
Y si sales un día no olvides entrar.
Sal de mi vida
no olvides jugar
a salpicar de blanco mi alma y mi lar,
a sazonar mi canto y mi senda besar.
Jose Gracia y Calvo
Jerez de la Fra. (Cádiz)
11/II/MMVIII
No hay comentarios:
Publicar un comentario