No sé más de lo que ayer pude saber.
Ni menos de cuanto sabré mañana.
Ni creo que pasando una semana
ciertas cosas sea capaz de comprender.
Convencido y espoleándome a emprender
me enrolo con la reflexión temprana,
consciente de que peino alguna cana,
la travesía aún tiene que ofrecer.
Mi tiempo me da cancha para el trueque.
Sé que la meta carece de confín.
Y yo sólo dispongo de inocencia.
Andando observo la gran verdad de que
a cada paso le sigue otro sinfín:
la vida se transforma en experiencia.
Jerez de la Fra. (Cádiz)
19/VII/MMVII
El primer cuarteto proviene de uno que empecé en la ducha.
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